viernes, 14 de agosto de 2009

El cuento de nunca acabar

La playa es el principal atractivo de Pinamar y por ende su más preciado recurso. Los habitantes hemos asistido, a través del tiempo, a un proceso de deterioro y explotación de nuestras costas en pos de recursos monetarios para las arcas municipales. La situación en la playa, en la actualidad tiene que ver con el exceso de metros cuadrados construidos, la cantidad de balnearios que suman alrededor de 50 – con 30 balnearios se cubriría perfectamente todo el partido- y el vencimiento de las concesiones prorrogadas a cuatro balnearios. En teoría a los balnearios en cuestión, no solo no habría que renovarles el canon, sino que se deberían demoler para comenzar a poner en práctica el “Plan estratégico” de recuperación de la playa, que por otra parte la naturaleza se encarga de vengarla, tirando abajo las construcciones balnearias en cada sudestada. El “Plan estratégico”, es un estudio que efectuó la Universidad de La Plata, hace dos años, que tuvo en cuenta la erosión de la playa. La intención de este plan se basó en la recuperación de nuestra costa marítima, sin olvidar el beneficio económico que representa para la recaudación municipal, con menos construcciones y en la medida que se hagan sean la mínima expresión de una edificación con materiales y en espacios apropiados. La zona más conflictiva abarca desde la avenida Bunge hasta De las Artes en el que es desproporcionada la cantidad de metros construidos. La discordia entre el Ejecutivo, que quiere otorgar más prorrogas, y el HCD que se opone a esta dilación, esta protagonizado por el concejal Víctor Pardo quien forma parte del bloque PJ, por ahora, al colocarse en la vereda de enfrente con respecto a las medidas que quiere tomar el Ejecutivo. Esto se evidenció en distintas declaraciones: “Todo queremos lo mismo menos el Ejecutivo”. “El ejecutivo lleva todo a la larga para no hacer nada” refiriéndose a la reunión que mantuvieron con Diego Quintana, secretario de gobierno, que propuso a los concejales: no demoler y extender la prórroga de estas cuatro unidades balnearias hasta el mes abril y allí sí, que se proceda a demoler todo lo necesario. Pardo, ante la aparición de pagatinas en el frente del HCD que lo trataban de “traidor”, subrayó “Acá se hizo una ordenanza por la cual le dieron una prorroga, entre los puntos que debían cumplir, tenían que achicar proporcionalmente hasta llegar a 150 metros, construir rampa de discapacitados, no podían hacer publicidad -que el intendente Altieri vetó-.” De estas condiciones, la mayoría, se cagaron en todo, no cumplieron con nada, es una tomadura de pelo, no al Concejo, a la comunidad”.Para poner en práctica de una vez por todas este programa es necesario desarrollar un plan de gestión con objetivos definidos a corto, mediano y largo plazo, en el que se tenga en cuenta los cambios de unidad en la playa, la modalidad del turismo, los intereses de Pinamar y de los ciudadanos por encima de todo.

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