martes, 26 de marzo de 2013

A la comunidad de Pinamar


por Walter H. Montero
Lamentablemente, una vez más,  a través del periodista Diego Uribe se intenta desinformar  a la comunidad de Pinamar. Lo más impresionante es que  en esta oportunidad este inescrupuloso mercenario y ruin personaje de la radio pinamarense lo hace bastardeando lo ocurrido a dos menores que fueron víctimas de trata en nuestra ciudad. Hablamos de las dos menores de 15 y 16 años que fueron obligadas a prostituirse y que así lo declararon y denunciaron ante el Fiscal Calderon. El adulto señalado como entregador de las menores fue nombrado por ellas ante el fiscal con el nombre de Alejandro Aguirre.  Todo esto ocurrió  entre mediados de enero y el  8 de febrero del corriente año, fecha en que les toma declaración el Fiscal Calderon en presencia de dos de los Profesionales del Servicio Local de Protección de los Derechos de Niños/as y Adolescentes, justamente por tratarse de menores. En esta oportunidad estuvieron presentes durante la declaratoria la psicóloga y la asistente social del mencionado servicio.

A la denuncia de las menores aporta como testigo otro menor que dice ser el hijo de Alejandro Aguirre. También en su calidad de menor lo hace ante el fiscal y en presencia de los mismos profesionales del Servicio de Protección.

Dado que el fiscal entiende que el menor, hijo de Aguirre, no fue víctima del delito de trata, pero sí de que fue amenazado de muerte por su padre si se oponía a sus “negocios”, es que deriva su caso como Violencia Familiar al Juzgado de Paz a cargo de la Dra. Silvia Guglielmeti.
Vale decir entonces que las víctimas de trata para la Fiscalía fueron únicamente las dos menores y por ello, al tratarse de un delito federal, da traslado de las actuaciones a la Justicia Federal de Dolores.



Por otra parte, y en referencia al menor, hijo de Aguirre, el Juzgado de Paz ordena una medida de resguardo  que consistió en fijarle al Sr. Aguirre un perímetro de exclusión de 200  metros, a cumplirse en el domicilio del menor que residía con su madre en la localidad de Florencio Varela. Asimismo le ordena al Servicio Local su traslado al hogar materno.

Ahora bien, qué  dijo el mercenario inescrupuloso y ruin personaje de Diego Uribe, durante toda la mañana del viernes 22 del corriente: que todo se trataba de una causa armada, que el hijo de Aguirre fue obligado o coimeado con $ 30.000 para declarar contra su padre, y que se encontraba en esos momentos declarando esto en la Ciudad de Dolores. Por supuesto que estas estupidces las reiteró hasta el cansancio a lo largo de su programa.

Curiosamente nunca mencionó las denuncias de las DOS UNICAS VICTIMAS DE TRATA. Es más nunca mencionó a las verdaderas víctimas. Sólo centró su discurso mentiroso en la supuesta declaración del hijo del Sr. Aguirre.

La causa que lleva adelante la Justicia Federal de Dolores tiene en cuenta, fundamentalmente, la declaración de las dos menores. Ellas son las denunciantes y las que señalan a Alejandro Aguirre como la persona que las sometió al ejercicio de la prostitución en Pinamar. Las dos lo señalan como aquel que les proponía tener sexo por dinero con “abogados y empresarios”. Lo señalan como aquel que las llevaba a los domicilios y como quién les presentaba a diferentes hombres para mantener relaciones sexuales con ellas.

Las víctimas de la trata son ellas. Por favor respetemos su condición de víctimas de este delito, su dolor y su tragedia.

El hijo de Alejandro Aguirre, tal vez  víctima de aprietes, podrá cambiar su declaración. Es un muchacho que ha quedado muy indefenso en toda esta historia. Es un chico, se trata de su padre, tiene prohibido por ley declarar contra él, no se… miles de cosas pasarán por su cabeza adolescente. De todas formas nada de eso, nada de lo que pueda decir o desdecir de lo ya dicho, cambiará la denuncia hecha por las  víctimas. Por algo sólo este menor hijo de Alejandro Aguirre, que quedó con poca protección del Estado, es el que tal vez, según el mercenario periodista, cambiaría su declaración y además implicaría a otras personas. Yo entre ellas, como  sobornadores de su testimonio dado ante el fiscal y el Servicio Local en febrero de este año.

Todas mis actuaciones en este caso se inician el día 7 de febrero cerca de las 23.00 hs. en oportunidad de encontrarme cumpliendo la guardia social. Desde ahí y hasta el traslado de las dos menores víctimas de trata, para su resguardo y asistencia, sólo cumplí con las órdenes dadas en primer lugar por el Fiscal Calderón, luego y para el caso del menor, cumplí lo dispuesto por el Juzgado de Paz de Pinamar y el Servicio Local. Finalmente al tomar contacto con la Dirección Provincial de Atención a las Víctimas de Trata, seguí sus indicaciones en todo momento hasta el traslado de las menores.

Tanto mi actuación como también la brindada por todos los profesionales del Hospital de Pinamar, que intervinieron durante los diez días en los que las menores permanecieron internadas y con custodia, y lo realizado por el Servicio Local, fue reconocido y elogiado por el organismo provincial. Esto se lo transmitió personalmente al Director del Hospital la Dra. Mónica García miembro del equipo técnico de la Dirección Provincial.
Muchas de las acciones realizadas durante esos días me las reservo en función del bienestar de las menores y del avance de la causa.

Ahora bien, estos hechos ocurrieron. Esa es la verdad. Si después hubo derivaciones políticas a partir de lo denunciado por las dos adolescentes eso es harina de otro costal y cada cual tendrá que pensar en su responsabilidad por acción, por omisión o por estupidez.
Lo que resulta inconcebible, despreciable, infame y de muy baja calaña es defecarse en la desgracia sufrida por dos menores con tal de conseguir  un momento efímero de protagonismo o dinero.  Este programa radial y este muchacho conductor  me dan ganas de vomitar cuando algo tan serio lo trata de esta forma.

Personalmente, en el caso de estas menores, no me interesa en lo más mínimo nada que pase por una cuestión política, ni nada que tenga que ver con el ocultamiento como insinuó este muchacho carente de toda dignidad: “otra vez Pinamar en los medios nacionales”. Bueno, si señores los hechos ocurrieron y ojalá nunca más vuelvan a ocurrir. ¿Acaso la “imagen” de Pinamar está por sobre el padecimiento sufrido por estas dos adolescentes?

Estoy harto de escuchar este tipo de argumentos donde el dinero y los negocios parecen estar por sobre la dignidad de las personas. No creo que este pensamiento sea compartido por la mayoría de la gente de Pinamar. La mayoría trabajadora. Ahora, la mayoría especuladora, empresaria, que vive de los negocios y negociados que ofrece Pinamar, tal vez sí quieran ocultar la verdad y estarán dispuestos a pagar por ello, como es el caso de este pobre muchacho Uribe. Un don nadie si no fuera porque tiene un micrófono y amigos dispuestos a pagarle. Lástima dan aquellos comunicadores que viven de esos negocios que hacen otros, que copian un pensamiento, que se creen parte de ese círculo económica y políticamente poderoso, pero que en definitiva no son nada. No tienen identidad, ni política, ni de clase. Ni laburantes ni oligarcas. Tendrá que conformarse Uribe con el papel que le toca jugar, un cortesano obediente dispuesto a todo con tal de pertenecer. Dispuesto hasta el punto de olvidar el sufrimiento de dos menores y prometer darle aire al que fue denunciado por ellas como su victimario.

Gente como esta es la que le hace mal a Pinamar, le hace mal internamente. Amparado atrás de un micrófono tiene días y horas para dedicarse a entrenar su mejor costado,  su mayor habilidad que es la difamación, la calumnia, la mentira, y la extorsión. Algunos ceden. Hombres débiles o de la misma calaña que el conductor radial.  No necesito dar nombres, hagamos un ejercicio de memoria y rápidamente saltarán algunas identidades otrora descalificadas hasta el cansancio por el muchacho Uribe y que hoy pasaron a gozar de sus elogios.

Finalmente quiero recordar que fue el periodista Tito Bausela el primero en dar la noticia de estos hechos. Según sus propias palabras fue a partir de un profesional del hospital de Pinamar que tomó conocimiento de lo ocurrido con las dos menores.

Digo esto porque este nefasto muchacho, campeón pluma en la categoría cerebro, menciona a dos periodistas mujeres como parte de la tramoya por la cual el menor declaró como testigo. No da nombres aunque las identifica como “las urracas”.

Dos periodistas mujeres fueron las únicas que escribieron sobre este tema, son ellas Mariana Dufour y Adelina Mercuri.

La primera es mi ex-esposa y madre de mis hijos, la segunda una amiga de muchos años. Ambas dos habiendo escuchado la nota del periodista Tito Bausela actuaron de manera profesional. Hicieron lo que este muchacho es incapaz de hacer, y tal vez por eso merezca  la comprensión de todos. Tal vez no pueda o no sepa cómo hacerlo y a nadie le gusta desnudar sus limitaciones, ya bastante lo hace cuando escribe.  Lo cierto es que ambas periodistas se entrevistaron con el Comisario de Pinamar y con el fiscal Calderón para informarse en forma fehaciente y contundente sobre los hechos vividos por las menores. Cuando dieron tratamiento a este tema lo hicieron con estos datos concretos reales y demostrables. Qué diferencia con este muchacho que promete, promete pero nunca cumple, ¿no? Aspirante eterno a un poco de inteligencia.

Dejo constancia que todo lo expresado en esta nota, más aquellos datos que preservo  puedo aportarlos ante cualquier autoridad judicial que oportunamente me lo requiera tanto en la causa de las menores víctimas de trata como en cualquier otra que tenga alguna conexión con la misma.

Walter H. Montero.




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