sábado, 23 de marzo de 2013

“Jugando al distraído…”


FALSIFICACIÓN DE DOCUMENTO PÚBLICO

Por Mariana Dufour
Desde hace largo tiempo, tanto el Bloque Frente para la Victoria como el de la UCR vienen denunciando irregularidades administrativas en la gestión de Alberto Germain como presidente del Concejo Deliberante. Una de estas irregularidades fue develada, esta semana, por el portal PinamarInfo.

El año pasado, con la rubrica de Germain y del secretario del cuerpo, Luis Moyano, el Ejecutivo recibió para su reglamentación la Ordenanza Nº 4221/12. Sin embargo, denuncia mediante, hoy se sabe que esta supuesta ordenanza nunca fue sancionada por el HCD.

Según el escrito firmado por las autoridades legislativas, durante la sesión ordinaria del 29 de noviembre, el HCD había autorizado una  licencia de remise por discapacidad.

Al revisar la memoria y los documentos, se puede recordar que esa sesión, compuesta por 56 puntos, estuvo caracterizada por una serie de irregularidades que fueron oportunamente desuncidas por algunos ediles (ver recuadro). A la luz de los acontecimientos, el extenso Orden del Día y el temario complejo que la componía, puede leerse como una estrategia que garantizaría el inevitable cansancio y falta de atención de los ediles. Ante esto, y luego de varias horas de labor legislativa, Mercedes Taurizano mocionó un cuarto intermedio para el día siguiente que fue desaprobado por la mayoría oficialista.



Así, la mencionada sesión deparó varias sorpresas. Según fuentes del propio Concejo Deliberante,  el cuestionado mayor contribuyente Vicente Paolo habría sido quien presionó para que se aprobara esta solicitud de licencia de remise, cuyo destino era un vecino con problemas de salud.

Al revisar el acta de la sesión publicada en la página oficial del HCD, se puede leer que la licencia había pasado a comisión: “Punto 48. Expediente Nº 1556/12 – Solicitud de Licencia de remis. Proyecto de ordenanza. La concejal Barce solicitó el pase a comisión aprobado por unanimidad  - con la ausencia temporal de Lamas)” dice el acta digital. O sea, la licencia nunca fue aprobada.

Como si esto no fuera suficiente, fuentes del HCD, “confirmaron la existencia del audio de la sesión con la moción y aprobación del pase a Comisión”, asegura PinamarInfo.
Sin embargo, haciendo caso omiso a la decisión de sus pares, presidencia del cuerpo envió al Ejecutivo el punto 48 “transformado” en ordenanza.

…Y el distraído, vio
Ante tamaña denuncia, Pionero se acercó al HCD y, por solicitud de Taurizano, el secretario de su bloque, Eric Ávalos, revisó la documentación interna. Y allí surgió una nueva sorpresa: la documentación interna del HCD había sido fraguada. Contradiciendo la información que Prensa del organismo publica en la página oficial, el acta de la sesión que se guarda en Secretaria de Presidencia exhibe un burdo cambió en el resultado de la votación. La maniobra es tan grave como grosera. Quien la haya hecho, “copió y pegó” el resultado de la votación del punto 45  en el punto en cuestión.

Para entender, es necesario ser gráficos: el acta oficial contiene un cambio en el orden de los puntos del día. Pero, además, quien haya modificado el acta “copió y pegó” el resultado de la votación del punto Nº 45: “Expediente Interno Nº 1474/12 – Hospital de Día para Discapacitados, Donación fundación Cielo. Proyecto de ordenanza. Aprobado por ocho votos positivos, con la ausencia temporal del concejal Lamas y dado que la concejal Taurizano se retiró.

Este texto fue copiado y pegado al lado del punto que trataba la licencia de remise: “Aprobado por ocho votos positivos, con la ausencia temporal del concejal Lamas y dado que la concejal Taurizano se retiró”.

El texto original, que refleja la verdadera decisión del cuerpo (“La concejal Barce solicitó el pase a comisión aprobado por unanimidad - con la ausencia temporal de Lamas)”,  desapareció por arte de magia. La página oficial y el audio de la sesión desmienten categóricamente el acta guardada en Presidencia.

Así, burdamente, la  hoja 7 del acta muestra dos puntos (el 45 y el 47) una repitencia textual en su resultado. Mientras, el ahora denominado punto 46, quedó inentendible. En el apuro, el autor o autora del hecho se le “olvidó” emprolijar el documento.

No hay comentarios: