sábado, 2 de abril de 2011

Malvinas


por Asociación de Prensa Pinamar
Aun tengo muy presente lo ocurrido hace 29 años. Estaba en el secundario cuando nos dijeron que las islas Malvinas habían sido recuperadas por fuerzas militares argentinas. Locos de alegría, salimos al patio a festejar como si fuera el triunfo de la selección al mejor estilo Mundial de Japón y un Dieguito iluminado en el 79.

Pero esto era distinto. El ánimo general era otro y la circunstancia también. ¿Siglo 20 y una guerra en puerta? Nadie lo creía. La vida cotidiana era de lo mas normal, el Mundial de España estaba en marcha, los boliches bailables de entonces atendían sin problemas, los políticos y sindicalistas que tres días antes habían sido apaleados en la Plaza de Mayo ahora estaban codo a codo con el gobierno militar donde un general de poco talante arengaba desde el balcón de la Rosada “si quieren venir que vengan, les presentaremos batalla…”
En cada ciudad, cada pueblo del interior en cambio, los vecinos nos movilizamos ante la posibilidad de una invasión pirata. Los operativos oscurecimiento, las pintadas de blanco de los cordones de las calles, la preparación de la gente en primeros auxilios, todo servía.
Recuerdo que a mis 15 años la Cruz Roja nos daba capacitación en resucitación cardiopulmonar y atención de heridos en combate, por las dudas si sufríamos un bombardeo inglés.

Que locura que se vivía…
Cuando hunden al Belgrano, los argentinos automáticamente pasamos de escuchar las radios criollas a aquellas señales que venían de Uruguay. Algo pasaba, lo presentíamos, y no nos resignábamos en perder tan fácil una guerra...
Pero las guerras no son partidos de Fútbol, y mientras en el mundial de España se especulaba con un cruce entre Argentina e Inglaterra, cientos de nuestros soldados enfrentaban con valor y decisión al enemigo inglés en el juego más peligroso inventado por el hombre.

La resistencia fue cruenta, dura, heroica. Muchos cayeron, es verdad, pero también los golpes dados al enemigo ingles no fueron menores. Y con el correr de los días, meses, años, quien haya vivido esa experiencia como una gesta heroica recordará que nuestros soldados al retornar, los obligaron a no decir nada y a tratar de olvidar todo lo pasado.
Estamos en pleno Siglo21 y todavía los veteranos de guerra siguen siendo rechazados. No basta con la entrega de medallas, leyes que les otorgan beneficios económicos, o un buen trabajo. Porque el hecho que hayan habido hasta ahora más de 450 casos de suicidios entre los ex combatientes, significa que algo, la sociedad, hicimos mal.
Hoy, a 29 años de la gesta de Malvinas, vinimos a honrar a nuestros caídos. Pero también a pedirles PERDON a nuestros soldados que dejaron todo por nosotros a cambio de nada. Y darles las GRACIAS por hacernos más argentinos que nunca.

¡VIVA LA PATRIA!

No hay comentarios: