Con un presupuesto de $253 millones, este Municipio parece no contar con dinero para comprar guantes de trabajo para algunos empleados. Mientras, Profesionales de la Salud y Trabajadores de la Cultura reclaman la contratación de personal por concurso.
Por Mariana Dufour
En estas mañanas terriblemente heladas, los trabajadores municipales del área de Servicios Urbanos a cargo de Alberto Morales están trabajando desde las 7:00 recolectando residuos y ramas de la vía pública. Se trata de una labor muy dura ya que el tractor carece de todo tipo de protección. El viento helado corta la piel, inmoviliza los dedos de las manos y produce un dolor intenso que no permite trabajar. Si el empleado no tiene buena salud o es una persona que supera los 40 años, su salud esta en problemas.
Las manos del los trabajadores deben estar protegidas. No solo por el frío helado sino por el tipo de trabajo que realizan que lastima y corta la piel. Los guantes de trabajo son obligatorios. No son un acto de caridad que se espera del director de turno. Sin embargo, ante el reclamo de los empleados, Morales habría respondido que el Municipio no cuenta con fondos. Recientemente, el Concejo Deliberante aprobó un presupuesto que asciende a $253 millones pero el Municipio no tiene dinero para comprar guantes de trabajo…
Si a esto le agregamos las quejas que señalan que el personal carece de la ropa apropiada para trabajar en invierno como camperas, etc. y que no han recibido aún la segunda muda, esta todo dicho.
¿Y el sindicato dónde esta?
Los empleados municipales cuentan con un sindicato que debe velar por sus derechos, esos que este gobierno parece respetar según el color político del empleado. Casualmente, el color político de la cúpula del Sindicato Unido de Trabajadores Municipales coincide con el del oficialismo. Sobran las denuncias presentadas por los mismos afiliados y empleados municipales señalando la desprotección en la que se encuentran.
Esta crítica situación generó la conformación de este nuevo sindicato que ya inició sus actividades, iniciativa que no habría sido bien recibida por este gobierno acostumbrado a presionar a los trabajadores “rebeldes”. Son conocidas las denuncias mediáticas que algunos empleados están haciendo en estos días (por ejemplo, Radio Box FM 92.1): aseguran que, tanto el intendente interino, Hernán Muriale, la directora de Personal, Martha Villanueva, como Jorge Liberanome y el segundo pre candidato a concejal por el MUPP, Gustavo Sosa, pusieron en cuestión la estabilidad laboral de los trabajadores que han conformado esta nueva agrupación sindical.
El gobierno parece no comprender las razones de este nuevo sindicato. Lejos de ello, refuerza sus prácticas perversas. Casualmente, uno de los damnificados por la falta de guantes de trabajo es Omar Capurro, integrante del D.A.S.
“No podemos permanecer pasivos y tolerantes cuando vemos que la Organización Sindical, que hasta hoy decía representar a todos los trabajadores municipales, ha salido del ostracismo que se impuso en las ultimas décadas, motivada solo por intereses mezquinos y egoístas”, imputa la carta presentada por DAS a Hernán Muriale el 16 de julio.
Los profesionales de la salud reclaman
Diez días después, el 26 de julio, la Asociación de Profesionales del Hospital Comunitario de Pinamar presentó en el HCD una nota que refleja su “preocupación y desconcierto” ante la inercia Muriale en la aplicación de la tan declamada Carrera Profesional Hospitalaria.
Los profesionales firmantes reclaman, también, que se les abone los retroactivos por recategorización correspondiente a los tres primeros meses del año.
La nota no deja pasar un dato importante: señala el incumplimiento del llamado a concurso obligatorio que establece la Carrera Profesional Hospitalaria para ingresar a la planta municipal. El objeto del llamado a concurso es garantizar la igualdad de oportunidades y, sobre todo, la jerarquización de la profesión que redunda en la excelencia del servicio prestado a la comunidad.
Trabajadores de la Cultura
En esta misma sintonía se encuentra el reclamo de los Trabajadores de la Cultura quienes, hace diez días, presentaron ante Presidencia del HCD una nota reclamando “que se trate de manera urgente” el Proyecto de Ordenanza que busca regular la contratación y la actividad de los Trabajadores de la Cultura dependientes de la Subsecretaria de Cultura y Educación y que fue presentado ante los concejales en Octubre de 2012. “La precarización de nuestros contratos laborales es un tema que requiere urgente solución. Desde hace más de veinte años, los agentes culturales sufrimos una problemática particular que involucra no solo nuestro interés y nuestra inquietud sino a la de la comunidad toda, receptora de nuestra labor. Por eso, una vez más, le decimos basta al amiguismo y a las designaciones a dedo”.
La nota denuncia que “ante el abandono sindical” han elaborado esta prepuesta que busca “reglamentar la contratación y el accionar” de su labor: “Ünica forma de garantizar la excelencia del servicio que el Municipio tiene el deber de brindar a los ciudadanos y de jerarquizar y profesionalizar la delicada tarea que realizamos cada día”.
Con un presupuesto de $253 millones, este Municipio parece estar lejos de cumplir con sus compromisos….y todavía no pasamos el 11 de Agosto. ¿Qué será de esos compromisos luego del 17 de Octubre?
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