viernes, 15 de junio de 2012

Intenciones al desnudo


(PinamarInfo) Después de la accidentada sesión del miércoles en la que se dio tratamiento a las modificaciones del Código Tributario, el intendente Blas Altieri se reunió con los trabajadores municipales autoconvocados que acampan frente al Municipio en reclamo de la recomposición salarial prometida por el primer mandatario en campaña electoral.

 La información enviada por Prensa municipal lo tituló: “Positivo encuentro entre el Intendente y los trabajadores municipales”. El intendente se acercó a la improvisada casilla en compañía del Secretario de Servicios Urbanos, Juan Alberto Morales, y el Concejal Hernán Muriale. La gacetilla comunica que el intendente aclaró:“No vine antes por una cuestión de respeto porque, por sobre todas las cosas, entiendo que el reclamo de los municipales es justo”. A estas alturas, la añagaza del jefe comunal resulta inerte, ya que toda la comunidad esta al tanto de la maniobra en cuanto a su participación en la instalación de la carpa en la clásica esquina de Shaw y Bunge.
En varias oportunidades, a través de diferentes notas, este medio desnudó las tretas del gobierno municipal. A modo de ejemplo, citaremos la nota de la periodista Mariana Dufour cuyo título llevó el acto fallido de los sindicalistas enunciado en un cartel: “Señor intendente de la cara, esto se le fue de las manos”. La crónica explicaba “la comunión entre empleado y empleador, el discurso y los argumentos tan compartidos y esgrimidos por ambas partes”. Y el cartel, ya sea por fallido o por una realidad expresa, manifestaba la complicidad con el gobierno que, en contra partida, no podía controlar. Sin contar que la carpa roja instalada en un comienzo era la carpita playera del intendente municipal que fue reconocida por otros municipales que avisparon a la prensa. En otro párrafo del comunicado se narra el agradecimiento de los empleados autoconvocados al intendente y la prudente aclaración de “que fueron ellos los que desde un primer momento dejaron en claro que no querían la visita de ningún político o funcionario, sólo de concejales, con el fin de demostrar que a ellos no los mueve ninguna intención política, no están a favor y en contra de nadie – sostuvieron- “sólo queremos un sueldo digno”. Esta vez la patrañita viene de la mano del Secretario General del sindicato Juan Carlos León. Bastaría recordar que los empleados reunidos en asamblea y por mayoría rechazaron y rechazan cada una de las acciones llevadas adelante por la cúpula sindical en acuerdo con el Departamento Ejecutivo.



Y esto se evidencia en cada una de las sesiones en el Concejo Deliberante cuando la hinchada sindical aplaude y festeja cada palabra emitida por el concejal mupepero Hernán Muriale. Altieri, con contundencia en sus declaraciones, sostuvo que “lo que está sucediendo en Pinamar, a raíz de la postura del Concejo Deliberante, es un golpe institucional, un golpe a la democracia, y – agregó - no estoy atornillado al sillón del intendente, pero si se debe entender que es el pueblo de Pinamar el que me eligió para ocupar ese lugar, y los Concejales no quieren respetar la voluntad del Pueblo”. Esta aseveración es repetida por Altieri que parece olvidar que estos concejales, en elecciones democráticas, también fueron elegidos por el pueblo de Pinamar para ejercer el contralor sobre su gestión y evitar los abusos, el despilfarro y la corrupción sujeta a cualquier gobierno. Altieri manifestó: “Quieren desfinanciar al municipio, por eso hace más de seis meses que tienen archivado el presupuesto, sin analizarlo. En caso de que hubiese aumento para los sueldos, ¿con qué compramos los insumos que necesitamos? Fíjense hasta que punto hemos llegad que, junto a mi equipo técnico, habíamos preparado un sistema de cobro de impuestos orientado al que pague más, el que más tiene y ni siquiera lo tuvieron en cuenta”. Las posiciones diametralmente opuestas entre el cuerpo Legislativo y Ejecutivo no es responsabilidad de uno o de otro. La victimización del intendente vuelve a formar parte de la confusión general que existe en Pinamar desde hace muchos años. Esta comarca balnearia no es propiedad de algunos que usufructúan el poder de las elecciones en beneficio propio. La democracia, que no es más que una forma de organización gubernamental -con sus fallas-, establece el entendimiento a través de la negociación ente los dos poderes: el Deliberativo y el Ejecutivo. Si no hubo acuerdo en pos del bienestar de la comunidad que representan, la responsabilidad es compartida sin excepción. Por último, y después de tantos meses, la dirigencia sindical y los trabajadores autoconvocados por fin admitieron lo que la prensa analiza y manifiesta a través de sus notas radiales y escritas desde de un comienzo y a pesar de los insultos y miradas desagradables de algunos trabajadores. Los autoconvocados se desnudaron y dijeron: “Los últimos acontecimientos transcurridos evidenciaron que el Poder Legislativo tiene una marcada intencionalidad contra Altieri”. Y le expresaron al intendente que “la carpa y las medidas de fuerza seguirán adelante, en busca de la recomposición salarial, aclarando que el reclamo es por el sueldo y no en contra de la figura del jefe comunal”.

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