viernes, 8 de junio de 2012

Miner quedó en libertad y acusa a la policía y al ministerio de Seguridad por su detención



Pocos minutos después de haber abandonado la Comisaría local donde estaba detenido, Fernando Daniel Miner. recibió a Compromiso en el estudio de su abogado, el Dr. Héctor Aníbal Zamora.
El ex funcionario de la Municipalidad de Pinamar volvió a proclamar su inocencia en torno a la imputación que se le formulara como presunto autor del crimen de la psicóloga a la vez que cargó con dureza contra la policía y el Ministerio de Seguridad.  Miner comenzó señalando que “siempre estuve tranquilo con respecto a mi inocencia sobre lo fue la imputación. Y voy a seguir manteniendo la misma tranquilidad en todo el desarrollo de este proceso. Pero también sobrellevo una indignación total, porque esto que me hicieron tiene el sello de la maldita policía que dejó su piedra fundamental en Pinamar el 25 de enero de 1997, cuando asesinaron a José Luis Cabezas. Y a partir de ahí han pasado muchas cosas en Pinamar, pero quiero aclarar que la llamada “maldita policía” es el 15% de esa fuerza y el resto es una buena policía. Pero tiene un sello característico: imagínese que a mi me muestran un papel donde se me dice que existen elementos vehementes para mi detención, elementos que ni yo ni el Dr. Zamora encontramos en el expediente, donde hay testimonios de identidad reservada que son tan ocultos que nos los podemos ver. Entonces, si la idea era dejarme preso cinco o seis años hasta que llegara un juicio oral, la verdad que me preocupaba mucho”, señaló.


Respecto a sus días en prisión, Miner destacó que “cuando llegué a la Comisaría de Dolores cerca de las 3.30 del domingo, no sabía por qué estaba ahí, había perdido hasta la noción del tiempo. Yo había salido de mi negocio, me había ido a cortar el pelo y me iba a cenar y a trabajar, que es lo que hago todos los sábados. No entendía lo que estaba pasando y con el correr de los días recién fui entendiendo y comprendiendo que aquellos que son reiteradamente fracasados en la gestión de seguridad en Pinamar, en un momento político muy complejo del municipio, que es de público conocimiento,  quizás están procurando encubrir al verdadero homicida”.
En ese sentido, señaló que “la policía puede que sepa o no quién fue el asesino, pero sí han querido causarme un daño muy grande que no me va a poner deprimido, sino que me obliga a quintuplicar todos los esfuerzos. Porque está claro que me han usado como maniobra política para ocultar todo lo que está pasando en Pinamar y que acaba de quedar expuesto con la suspensión del intendente Altieri”, disparó.
Miner añadió que “no hay cosa más preocupante en la vida de una persona que querer demostrar algo que no hizo y por lo cual se lo acusa. Por eso decía que siento una enorme tranquilidad porque soy inocente, pero también siento una gran indignación por el daño que me hicieron en lo moral, en lo económico, el daño a mi mujer y a mis hijos. Pero no es la primera vez que me enfrento a una organización mafiosa. De hecho ya lo había hecho en el año 2004 y terminó con la destitución del juez federal de Zárate - Campana, Fagionatto Márquez, dos comisarios exonerados y tres secretarios echados. Yo fui el denunciante de ese caso que terminó en su destitución como juez. De ahí que también intuyo que alguna factura me habrán querido pasar”.
Miner insistió en proclamar su inocencia al punto que sostuvo que pidió declarar apenas fue detenido. “Aparte, la puesta en escena que hicieron fue patética y payasesca. El accionar del jefe de la Sub DDI de Gesell y Pinamar, que entró casi como si fuera encabezando una banda de ladrones, pistola en mano y sin identificarse, a mi negocio. No habían terminado de colocarme las esposas que mi nombre ya estaba en la página de Clarín digital. Estaba claro que había una animosidad hacia mi persona, no puedo dejar de pensar que ha sido así”, enfatizó.
Miner también se mostró extrañado de que “Pinamar siempre sea noticia por estas cosas. Ese fin de semana, que era un fin de semana largo, el ministro de Seguridad de la Provincia estaba allí junto con la cúpula policial y el gobernador Scioli, y ese fin de semana había que meter preso a alguien. Alguien llegó a decirme que había que descomprimir” aseguró, a la vez que sobre los cuatro testimonios con identidad reservada que lo incriminaban en el homicidio de la psicóloga, sostuvo que “hasta 72 horas antes de mi detención, yo no existía en esa causa. Yo no puedo defenderme de algo que está oculto, pero hasta me ofrecía a que me hicieran todas las pericias que quisieran, que me extraigan sangre. Yo tengo tanto interés como la familia de María Marta en saber quién fue el autor de este crimen. Pero también tengo interés en que se busque a quienes tramaron esta situación en contra de mi persona”.    
Finalmente el ex funcionario del área de Seguridad de Pinamar sostuvo que “yo trabajé con una muy buena policía durante mi gestión y he conocido excelentes personas en la fuerza, pero también sé que hay también un 15% de la misma que es esa “maldita policía” de la época del crimen de Cabezas y ponderó “la objetividad de la jueza de Garantías (Laura) Elías, de quien no tengo nada que decir. Y con respecto a mi relación con María Marta ya lo dije, hacía tres años que había ocurrido y un año y medio no la veía. No encuentro motivos para que la hayan matado. Creo en la justicia, pero con lo que me ha pasado no sé si tengo garantías. Porque en la causa figuran personas que podrían tener relación con la causa, que fueron indagados, pero cuyos nombres no salieron en ningún medio. Hubo mucha presión del Ministerio para que esto se resolviera metiendo preso a alguien, pero no querían un Juan Pérez que no le iban a dar importancia los medios, pero a un ex funcionario público sí”, concluyó.

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