viernes, 20 de julio de 2012

No los une el amor…los une el espanto




Blas Altieri y Carlos Oricchio
Por Mariana Dufour
A una semana de la asunción del intendente interino Hernán Muriale, luego de la destitución de Blas Altieri, decidida por el Concejo Deliberante el martes 10, cada vez son más fuertes los rumores que indican que éste no apelaría la medida ante la Corte Suprema de la Provincia.
De confirmarse esta decisión, se concretaría el llamado a elecciones para dentro de 5 meses. Si no, los 90 días de suspensión dispuestos para Altieri por el HCD deben ser cumplimentados en su totalidad.
Aun así, los tiempos para que Altieri y su letrado mediten esa decisión se extienden hasta la finalización de la feria judicial. Según fuentes extraoficiales, en esta ocasión, el abogado patrocinante, Carlos Oricchio, concentraría su atención en responder y fundamentar cada uno de los 31 puntos analizados por la Comisión Investigadora en vez de insistir en la inconstitucionalidad de la ley, estrategia ya rechazada por la Corte.
Tal vez Oricchio y su defendido, abogado también, hayan decidido dejar de menospreciar lo establecido por la Ley Orgánica de las Municipalidades (LOM), que autoriza al Concejo Deliberante a destituir al intendente municipal, pues “es el órgano donde esencialmente reside la autoridad municipal y al que cabe reconocer fundamentalmente origen popular”. Por lo que, su accionar “tiene un profundo sentido democrático y republicano y un fundamento histórico constitucional”.
Mientras tanto, siguen su curso las denuncias penales presentadas por el abogado y asesor legislativo, Lucas Ventoso, que tienen a Altieri como protagonista primordial y a algunos de sus funcionarios: el actual intendente interino Hernán Muriale, el secretario de Servicios Urbanos Alberto Morales, el secretario General y ex concejal Juan Santoiani e, incluso, su actual defensor y ex asesor legal del Municipio, Carlos Oricchio, responsable de llevar adelante los juicios de apremio.
“¿Dónde esta la impunidad que nos supo sonreír?”
Hoy, lejos del efímero protagonismo que supo generar luego de su obligada renuncia, Oricchio volvió al mutismo. El revés sufrido en estos días lo llamaron a silencio: es que la impunidad parece no sonreírle como en otros tiempos. Una suerte compartida por su defendido y sus fieles funcionarios. No olvidemos que, creada la Comisión Investigadora, Oricchio pretendió desligarse hasta de su “entrañable amigo” Altieri y responsabilizar a su socio y falso ingeniero Luis Abruzzesse, internado en una clínica psiquiátrica, de todo cuanto se le atribuía: “Las denuncias son hacia el intendente. Yo no tengo nada que ver. (…) Es Altieri el que va a tener que demostrar que la plata invertida la tenía y la ganó lícitamente”.
Hoy, la estrategia del abogado y su defendido parecen haber virado: las vergonzosas y ofensivas declaraciones de ambos no han ayudado en nada a su causa. Luego de veinte años de comportarse cual dueños de estancia entre la ciudadanía, el bajo perfil pareciera ser la nueva estrategia.

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