sábado, 28 de abril de 2012

Denuncian una red de encubrimiento en torno a una financiera


Por Mariana Dufour (Especial para AgePeBA desde Pinamar)| La Comisión Investigadora creada por el Concejo Deliberante para investigar posibles irregularidades en la gestión de Blas Altieri incorpora, dentro de sus indagaciones, todas aquellas denuncias que son aportadas por los ciudadanos. La semana pasada, los ediles recibieron una grave denuncia realizada por Carlos Molina, vecino y comerciante de Pinamar, que involucra a una financiera con sede en Pinamar llamada Dinero Express, a funcionarios del intendente Blas Altieri (como el ex Juez de Paz, Carlos Rajcovich), al ex Fiscal de Pinamar, Cristian Centurión y al Fiscal general de Dolores, Diego Scoda. (Causa Nº 0800-1394-11). El denunciante manifestó que, desde hace años, viene soportando aprietes y amenazas en su contra y de su familia “por parte de Carlos Enrique Gleizer y Silvia Marta Albano, titulares de la financiera Dinero Express de Pinamar, de Jorge Gustavo Aguilera y de José Antonio Prestifilipo, prestamistas de la entidad. Molina explicó que esta financiera no posee “ni habilitación ni autorización del Banco Central”. Aun así, se dedica a la “compra y venta de monedas extranjeras, cambio de cheques, etc.” y “realiza una publicidad (en un importante medio gráfico) que ostenta con impunidad ya que insita a evitar el impuesto al cheque”. Finalmente, ante la falta de respuesta de las autoridades municipales y judiciales, en 2011, Molina radicó la denuncia en la Suprema Corte de Justicia ya que, asegura, pudo “comprobar el tráfico de influencias y la corrupción de la Fiscalía de Pinamar”.



 Los hechos
Entre 2005 y 2006, Molina trabajó con esta financiera “en cambios de cheques dejando documentos en doble garantía”. En 2008, el comerciante tuvo un problema económico porque le “sacan” un crédito denominado “fines diversos”. A partir de allí, la financiera comenzó a “aumentar las tasas: de un 2,5 % (de interés mensual) me llegaron a exigir un 10,5% y 15%. Era imposible salir de estas deudas”. Molina intentó “negociar y congelar” su deuda en dólares pero “empezaron a llover cantidad de juicios ejecutivos comenzando con mi doble garantía. La velocidad jurídica y el abuso de poder que ejercían era imposible de parar”. Ante esta realidad, Molina decidió investigar a la financiera. En esta pesquisa, Molina descubrió “que Gleizer manejaba varias empresas truchas con testaferros para lavar dinero y que eran apoderados de una mutual llamada Regional Del Litoral que movía millones de dólares. Lo denuncié en AFIP (Agencia 43) y en Mar Del Plata sin respuesta”. El comerciante también descubrió “que, entre Gleizer y Albano tenían más de 60 causas penales por extorsión, asociación ilícita, lavado, coacción, estafa, delitos federales etc. Hace tres años que vengo juntando información pero la Justicia jamás me llamó a ratificar mi denuncia demostrando total desinterés y desprotegiéndome”.

 El ex Juez de Paz, Carlos Rajcovich
Molina aportó a la causa un dato delicado. En el tiempo que vivía esta crítica situación, Carlos Rajcovich era el Juez de Paz de Pinamar. A él acudió Molina. Sin embargo, “Rajcovich me secuestró mis vehículos por un cheque de $10.000 a pesar de que mi casa, valuada en más de 600.000 dólares, estaba embargada por el mismo cheque”. Entonces, “descubrí que esta modalidad era común: avasallaban a las familia sin posibilidad de defenderse sacándoles hasta los televisores viejos y mueble. También revelé otra maniobra ilícita del fiscal con los prestamistas: usurpaban las casas de personas fallecidas poniendo de ocupas a ex policías, inventando boletos de compras y sacándoles las casas a los herederos”. Todas las denuncias de Molina están acompañadas por la palabra de testigos y documentación pertinente.

Centurión y Blanco
Según aseguró Molina, y como se hizo público el año pasado, mientras estuvo en Pinamar, “Centurión vivió en la casa de un narco que tiene causas por narcotráfico y robo. Centurión era el único en investigar el tema de narcóticos. Al “Paraguayo” se lo vincula a robos del automotor y, casualmente, tiene una casa de autopartes en Pinamar que le alquila al intendente Blas Altieri”. Para asegurase la complicidad de Centurión, el trío Gleizer, Albano y Aguilera “le entregan un vehiculo Audi tt negro 2010 cuyo valor asciende a 30.000 dólares” denunció Molina. Además, “pedían que yo quedara preso inventando causas reiteradas en mi contra ya que un intento de secuestro por la DDI de Villa Gesell a mi persona había fracasado”. Es importante recordar que, a principios de 2012, el ex comisario Claudio Arnouk de la DDI de Villa Gesell y cuatro miembros de la fuerza, fueron detenidos acusados de cometer un homicidio a un supuesto “buche” de la policía en Valeria del Mar. “Estos policías de Gesell que están presos, son los mismos que me quisieron secuestrar sin motivos, el mismo día que clausuraron el local de Dinero Express”. El asedio parecía no terminar. En 2009, Molina sufrió el secuestro de su vehiculo, un Ford K, “ordenado por Rajkovich que fue dado en deposito y fue usado por 40.000 Km. por Gleizer. Cuando lo recupero, estaba chocado y con arena dentro del motor. Investigo y descubro otros casos. En uno, a la victima le siguen llegando las multas. Mientras, la justicia sin respuesta”. Otro dato de importancia que develó Molina es que “el abogado de Gleizer es el Dr. (Daniel) Blanco al que se le pudo encontrar causas donde Rajcovich le autoriza honorarios usurarios sin dar posibilidad de apelación. (Por ejemplo, $18.000, cuando tenía que ser $4.700). Tengo copias de fax y denuncias que jamás fueron de interés de la Fiscalía de Pinamar”. “Estos entuertos judiciales tienen la complicidad del Juzgado de Paz y del secretario Valenzuela, quien es socio de Gleizer y participa de las utilidades de la usura del grupo en donde coincide, invariablemente, la intervención del Dr. Blanco”. “Gleizer es insolvente” Molina denunció ante la Justicia “que Gleizer tenía demandas que superaban los 2.000.000 millones y pedía litigar sin gastos.

Gleizer es insolvente.
No tiene pertenencias pero vive en una casa de 800.000 dólares. Mientras, su madre jubilada compró desde 2002 más de 43 propiedades. Solo su mujer es monotributista y son apoderados de millones de esa mutual que no tiene afiliados”. Además, Molina denunció por encubrimiento al Poder Ejecutivo Municipal “porque, con tantas denuncias, la financiera nunca fue clausurada”. Desde 2008, las denuncias radicadas en la UIF, en el Juzgado de Paz, en la Fiscalía de Pinamar, en la Fiscalía General, en la Suprema Corte de Justicia esperan respuesta. El periodismo tampoco respondió. “Indignado, sigo investigando a estos delincuentes y voy descubriendo el espíritu de cuerpo corrupto. Esto es una caja de Pandora”.

 “Me siento perseguido y desprotegido”
A lo expuesto, se suma “el interés que demostró el Fiscal General de Dolores, Dr. Scoda en que se le de a un delincuente como Aguilera prioridad en su investigación”. Molina denunció que, al tomarles declaración a sus testigos, éstos fueron tratados como delincuentes. Además, “la ayudante del fiscal se retiró en varias ocasiones dejando solos al abogado de Aguilera con los testigos mientras éste aprovechaba para intimidarlos”. Por esto, Molina recusó al Fiscal Scoda para que siga interviniendo en la causa”. Hace más de cuatro años que Molina presenta estas denuncias sin obtener respuesta. Hace mas de cuatro años que él y su familia sufren “aprietes y amenazas de todo tipo. ¿Qué más puedo hacer?, ¿A dónde más puedo ir? ¿Quién nos protege? Poseo la documentación respaldatoria de todo lo dicho. Seria de mucho valor para mí y todos los argentinos ser escuchado. Nos encontramos mi familia y yo amenazados, perseguidos y desprotegidos. Sin dinero no hay justicia y sin justicia no hay futuro”.

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